Recebido: 08-03-2023 | Aprovado: 27-03-2023
Matías López-Iglesias, Universidad Europea Miguel de Cervantes (mlopez@uemc.es)
José Luis Carreño Villada, Universidad Europea Miguel de Cervantes (jlcarreno@uemc.es)
Óscar Díaz-Chica, Universidad Europea Miguel de Cervantes
(odiaz@uemc.es)
Como citar este artigo:
López Iglesias, M., Carreño Villada , J. L., & Díaz-Chica , Óscar. (2023).
Relaciones del consumo persuasivo en la sociedad digital y la cultura
participativa. [RMd] RevistaMultidisciplinar, 5(2).
https://doi.org/10.23882/rmd.23141
Resumen: En este estudio se analiza la sociedad digital, su influencia en la cultura participativa, así como su relación en el consumo desde el punto de vista de la comunicación persuasiva. Examina la forma en que las redes sociales afectan al consumo y cómo las marcas utilizan la cultura participativa para mejorar su imagen. Además, analiza las influencias de la democratización en el consumo, señalando qué precauciones tiene que tener el consumidor a la hora de expresar su opinión online y considerando, así mismo, el papel de las marcas en la cultura participativa. Entre sus resultados se destacan beneficios y peligros derivados de la cultura participativa que se desarrolla en sociedad digital, consecuencia de la transformación que dicha cultura genera en la forma en que las personas interactuan con todo tipo de información. Aunque la comunicación persuasiva puede ser efectiva en la promoción de productos y servicios, también puede tener un impacto negativo en la sociedad, fomentando un consumo excesivo y manipulando las percepciones y emociones del consumidor. Por otra parte, al involucrar a los consumidores las marcas pueden utilizar la cultura participativa para mejorar su imagen, atrayendo a los consumidores y mejorando la relevancia de sus productos y servicios.
Palabras clave: sociedad digital, cultura participativa, consumo, persuasión, comunicación.
1. Introdución
La sociedad digital y la cultura participativa están cambiando profundamente la
forma en que los seres humanos interactúan con la información, los medios de
comunicación y entre nosotros mismos (García-Galera y Valdicia, 2014). La
tecnología digital ha permitido la creación y difusión de contenido de manera
más accesible y democratizada, lo que ha dado lugar a una cultura participativa
que se caracteriza por la creación, el intercambio y la colaboración. Los
usuarios han pasado de ser agentes pasivos a convertirse en protagonistas
activos de la comunicación mediada.
Las relaciones sociales han transformado la manera en que las personas consumen
y producen información. Consideración que se concreta en la participación en
redes sociales, foros de discusión, blogs y otras plataformas en línea, que
permiten la interacción entre usuarios y la generación de contenido de forma
síncrona. Esta interrelación en línea se ha convertido en una parte integral de
la vida cotidiana, y ha llevado a un cambio en la forma en que se produce,
consume y distribuye la información.
En la sociedad digital, el acceso a Internet se ha democratizado, lo que
significa que las personas tienen la capacidad de acceder a la información de
manera rápida y eficiente. Aspecto que anticipa una sociedad más hiperconectada
en la era de la industria 4.0, donde la línea entre proveedores, productores y
usuarios quedará aún más desdibujada (Garrell y Guilera, 2019). Esto ha llevado
a un aumento en la alfabetización mediática, es decir, la capacidad de analizar
y evaluar los mensajes de los medios de comunicación (Mateus et al., 2019). Es
una habilidad imprescindible en la sociedad digital porque ayuda a las personas
a identificar información confiable y a evitar la desinformación y las noticias
falsas.
La cultura participativa también ha dado lugar a una mayor colaboración en línea
e incluso los medios de comunicación han aprovechado para trabajar proyectos
atendiendo a las demandas directas de los usuarios o sus sugerencias. Scolari y
Establés (2017) dejaron constancia de esta nueva situación a través del análisis
de ficciones televisivas y sus relaciones con las audiencias digitales.
La colaboración se refiere a la práctica de trabajar juntos para lograr un
objetivo común. En la sociedad digital, esto se ha vuelto más fácil gracias a
herramientas como wikis, las redes p2p y los programas de colaboración en línea.
Estas herramientas han permitido a los usuarios trabajar juntos en proyectos
creativos, como la creación de contenido multimedia, y en proyectos más
técnicos, como la programación de software.
1.1. Qué es y cómo se define la cultura participativa
La cultura participativa se refiere a un modelo de producción y consumo cultural
en el que los individuos no solo reciben y consumen tanto información como
contenidos culturales, sino que también participan activamente en la creación y
distribución de estos contenidos (Ruiz y Alcalá, 2016).
En la cultura participativa los consumidores se convierten en prosumidores, es
decir, en productores y consumidores a la vez. Este modelo se ha visto
favorecido por la creciente democratización de los medios de comunicación y la
facilidad de acceso a las tecnologías de la información y la comunicación. Algo
que han permitido que cualquier persona con una conexión a Internet y un
dispositivo pueda producir y compartir contenidos (López-Vidales y Gómez, 2014).
En los últimos años hemos podido asistir a la proliferación de redes sociales y
plataformas donde el contenido generado por los usuarios se ha convertido en su
razón de ser, como han sido el caso de TikTok o Twich.
La cultura participativa se caracteriza por la creación de comunidades de
interés y la colaboración en línea, en las que los individuos se reúnen en torno
a un tema común y trabajan juntos en la producción de contenidos. Estas
comunidades pueden tomar diversas formas, desde foros de discusión hasta redes
sociales y plataformas de crowdsourcing (Picó et al., 2019).
El término “cultura participativa” fue acuñado por Henry Jenkins en su libro
“Cultura de la convergencia2 (2014), en el que exploró cómo la convergencia de
los medios y la cultura popular estaban dando lugar a una nueva forma de
producción y consumo cultural. Entorno en el que los consumidores se estaban
convirtiendo en participantes activos en la creación y distribución de
contenidos.
En resumen, la cultura participativa se refiere a un modelo de producción y
consumo cultural en el que los individuos no solo son receptores pasivos de
contenidos culturales, sino que también participan activamente en la creación y
distribución de estos contenidos, fomentando la colaboración y la co-creación en
línea (Vizcaíno et al., 2021)
1.2. La sociedad digital
La sociedad digital es un término que se utiliza para referirse a la sociedad
actual en la que la tecnología digital y la comunicación en línea tienen un
papel central en la vida cotidiana de las personas (Pérez-Escoda, y Ruiz, 2020).
Se trata de una sociedad en la que las relaciones sociales, la cultura, la
economía, la política y otros aspectos de la vida están fuertemente
influenciados por las tecnologías digitales (Corral y Barba, 2019).
La sociedad digital se caracteriza por la digitalización de la información y la
comunicación, lo que ha llevado a un aumento en la cantidad y la velocidad de la
información disponible. Las tecnologías digitales, como Internet, las redes
sociales, los dispositivos móviles, los sistemas de información geográfica y los
sistemas de inteligencia artificial, han permitido a las personas conectarse
entre sí, acceder a información y recursos, y realizar actividades cotidianas de
manera más eficiente.
La sociedad digital también se caracteriza por una mayor interconexión y
colaboración en línea, lo que ha dado lugar a nuevas formas de producción,
consumo y distribución de bienes y servicios. Las plataformas de colaboración en
línea, como Wikipedia, y el software de código abierto permiten a los usuarios
trabajar juntos en proyectos y compartir conocimientos y recursos de manera
abierta y accesible.
En resumen, la sociedad digital es una sociedad en la que la tecnología digital
y la comunicación en línea tienen un papel central en la vida cotidiana de las
personas. Se caracteriza por la digitalización de la información y la
comunicación, la interconexión y la colaboración en línea, y la creación de
nuevas formas de producción, consumo y distribución de bienes y servicios.
2. Marco teórico referencial.
2.1. Principales estudios de la sociedad digital
La sociedad digital es un campo de estudio interdisciplinario que ha sido
explorado por una gran variedad de académicos y profesionales en todo el mundo.
A continuación, se presentan algunos de los principales estudiosos de la
sociedad digital.
En España, el exministro de universidades Manuel Castells es uno de los
principales teóricos de la sociedad de la información y ha escrito extensamente
sobre la transformación de la sociedad en la era digital. Es autor de “La era de
la información: economía, sociedad y cultura” (2004) y “Comunicación y poder”
(2013).
Del MIT señalamos a Sherry Turkle. Ha investigado la interacción entre las
personas y la tecnología. Sus obras incluyen “La vida en la pantalla. La
construcción de la identidad en la era de Internet.” (1997) y “En defensa de la
conversación: el poder de la conversación en la era digital” (2020).
Otra autora reseñable es Danah Boyd. Se trata de una investigadora de medios
sociales y actualmente trabaja en Microsoft Research. Es autora de “It´s
complicated: The social lives of network teens” (2014).
También incluimos aquí a Clay Shirky, profesor de medios interactivos en la
Universidad de Nueva York, quien ha escrito extensamente sobre el impacto de la
tecnología en la sociedad. Autor de “Here comes everybody: How change happens
when people come together” (2009) y “Cognitive Surplus” (2010). Además de ser un
estudioso de la sociedad digital, también ha investigado la cultura
participativa y la colaboración en línea.
Tampoco podemos olvidar a Nicholas Negroponte, fundador del Media Lab del MIT,
quien ha escrito sobre la convergencia de los medios y la tecnología. Es autor
de “Ser digital” (1998).
Y finalmente señalamos a Henry Jenkins, profesor de estudios de comunicación en
la Universidad del Sur de California, quien ha investigado la cultura
participativa y la convergencia de los medios. Es uno de los principales
teóricos de la cultura participativa y ha escrito extensamente sobre la
convergencia de los medios y la participación ciudadana en la cultura popular.
Publicó “Cultura de la convergencia” (2008) y “Textual Poachers: Television fans
and participatory culture” (1992). Estos estudios sobre la participación de las
audiencias han convertido a Jenkins en el padre de la narratología transmedia
debido a la sinergia que hay entre los usuarios que aceptan un rol más activo
dentro del proceso comunicativo y los productos mediáticos.
2.2. Principales estudiosos de la cultura participativa
La cultura participativa es un campo de estudio que ha sido explorado por una
gran variedad de académicos y profesionales en todo el mundo. A continuación, se
presentan algunos de los principales estudiosos de la cultura participativa.
En primer lugar, citamos a Yochai Blenker, autor de “La riqueza de las redes”
(2006) y profesor de derecho en la Universidad de Harvard. Está especializado en
la economía colaborativa y la producción en red.
También es pertinente incluir a Axel Bruns (2008), señalado por Jaraba et al.
(2020). Es profesor de medios y comunicación en la Universidad de Queensland,
así como uno de los referentes sobre cultura participativa en la era digital.
Otro nombre de referencia es Lawrence Lessig, autor de “Código y otras leyes del
ciberespacio” (2009). Es profesor de derecho en la Universidad de Harvard y ha
investigado el impacto de la tecnología en la creatividad y la propiedad
intelectual.
Son asimismo relevantes Chau (2010) o Burgess y Green (2018). Autores que han
centrado sus investigaciones en plataformas colaborativas como YouTube y otras
plataformas de vídeo donde el diseño de experiencia del usuario surge de la
propia interacción con los usuarios.
Finalmente incluimos en este listado a Squire (2011), quien, partiendo de la
base del uso de los videojuegos como herramienta de enseñanza, defiende que el
aprendizaje colaborativo es la razón del éxito de la cultura participativa.
Estos son solo algunos de los muchos estudiosos destacados en el campo de la
cultura participativa. La interdisciplinariedad del campo ha permitido la
colaboración de académicos de diversas disciplinas, incluyendo comunicación,
sociología, antropología, tecnología y educación, entre otras.
3. Objetivos
Los objetivos planteados en este estudio son comprender cuál es la función de la comunicación en la cultura participativa, así como detectar influencias de la publicidad de las marcas en la sociedad digital.
4. Metodología de análisis.
La metodología de análisis se ha basado en la selección del tema, la revisión de
literatura, la recopilación de referentes teóricos y el análisis de estudios
previos. Se considera que este enfoque sistemático permite una comprensión más
profunda del tema analizado: el consumo persuasivo dentro de la sociedad digital
y la cultura participativa. Este objeto se ha abordado examinando la forma en
que las redes sociales afectan al consumo y cómo las marcas utilizan la cultura
participativa para mejorar su imagen.
La revisión de la literatura científica existente sobre el tema analizado ha
permitido observar qué se ha investigado con anterioridad además de facilitar
una comprensión más profunda del mismo a la luz de los objetivos del estudio. A
continuación, se describen los hallazgos bajo el prisma de su relevancia
práctica y teórica.
5. Análisis
5.1. La publicidad en la cultura participativa
La publicidad ha sido una fuerza importante en la sociedad durante mucho tiempo,
y con la llegada de la era digital, su influencia se ha vuelto aún más amplia y
poderosa. En la sociedad digital, la publicidad se ha vuelto omnipresente y, a
menudo, se encuentra en todos los aspectos de la vida en línea, desde las redes
sociales hasta las aplicaciones móviles y los sitios web.
La publicidad en la sociedad digital tiene una gran influencia en el
comportamiento del consumidor. Las técnicas de publicidad digital se han vuelto
cada vez más sofisticadas, utilizando datos de usuarios, inteligencia artificial
y otras tecnologías avanzadas para llegar a los consumidores de manera más
efectiva. Esto ha llevado a una mayor personalización y segmentación de los
anuncios, lo que significa que estos comerciales estén diseñados para apelar a
intereses y necesidades específicas de cada usuario.
Además, la publicidad en la sociedad digital ha cambiado la forma en que los
consumidores toman decisiones de compra. La publicidad en línea es más fácil de
rastrear y medir, de modo que los anunciantes pueden identificar mejor qué tipos
de publicidad funcionan y qué no. Esto ha llevado a una mayor eficacia en la
publicidad y a una mayor capacidad para influir en la decisión de compra de los
consumidores.
Sin embargo, también hay preocupaciones sobre el impacto negativo de la
publicidad en la sociedad digital. La publicidad puede perpetuar estereotipos y
crear expectativas poco realistas en cuanto a la apariencia y el comportamiento.
Además, la publicidad en línea con frecuencia se basa en datos de usuarios, lo
que plantea preocupaciones sobre la privacidad y el uso indebido de datos.
5.2. La comunicación persuasiva en la sociedad de consumo
La comunicación persuasiva es una técnica utilizada en la publicidad y el
marketing para influir en la toma de decisiones del consumidor. En la sociedad
de consumo, donde los productos y servicios son abundantes y la competencia es
alta, la comunicación persuasiva se ha vuelto cada vez más importante para las
empresas que buscan atraer y retener a los clientes.
La comunicación persuasiva utiliza una variedad de técnicas para influir en las
decisiones de compra del consumidor, incluyendo mensajes emocionales, argumentos
lógicos, pruebas sociales y mensajes de autoridad. Estas técnicas se utilizan
para crear una conexión emocional con el consumidor, fomentar la identificación
con la marca y aumentar la confianza en el producto o servicio.
La comunicación persuasiva también utiliza el poder de la repetición para
reforzar la conexión emocional y aumentar la memoria del mensaje. Las campañas
publicitarias se repiten a menudo en diferentes medios, como la televisión, la
radio, los periódicos y las redes sociales, para que el mensaje llegue a una
audiencia más amplia.
Sin embargo, hay preocupaciones sobre el impacto de la comunicación persuasiva
en la sociedad de consumo. La publicidad y el marketing pueden crear deseos
artificiales y fomentar la compra impulsiva, lo que puede llevar a un consumo
excesivo y a la creación de desperdicios o productos de usar y tirar. Además, la
comunicación persuasiva a menudo se basa en técnicas que pueden manipular las
emociones y percepciones del consumidor, lo que plantea cuestiones éticas.
5.3. Influencias de la cultura participativa en el consumo
La cultura participativa puede influir en el consumo de varias maneras. La
cultura participativa se refiere a la participación activa de los consumidores
en la creación y distribución de contenido y productos, en lugar de ser
simplemente receptores pasivos de lo que se les ofrece. En la sociedad digital
actual, la cultura participativa se ha vuelto cada vez más importante y ha
cambiado la forma en que los consumidores interactúan con las marcas y los
productos (De Amo et al., 2022).
Una de las formas en que la cultura participativa influye en el consumo es a
través de la co-creación. Los consumidores pueden colaborar con las empresas
para diseñar y desarrollar productos que se ajusten a sus necesidades y deseos.
Esto puede llevar a la creación de productos que sean más relevantes y
atractivos para los consumidores, lo que puede aumentar su disposición a comprar
y consumir. La generación de líneas de productos además se facilita con el uso
de figuras públicas relacionadas con el ámbito de las redes sociales y de
internet, como Youtubers o Instagramers, en su rol de investigador del mercado.
La cultura participativa también puede influir en el consumo a través de la
retroalimentación y las opiniones de los consumidores. Las empresas pueden
recopilar comentarios y opiniones de los consumidores a través de redes
sociales, encuestas en línea y otras plataformas para mejorar sus productos y
servicios. Al involucrar a los consumidores en el proceso de desarrollo de
productos y escuchar sus opiniones, las empresas pueden construir relaciones más
fuertes y duraderas con sus clientes.
Además, la cultura participativa también puede influir en el consumo a través de
la promoción y la distribución de contenidos generados por los usuarios. Los
consumidores pueden compartir sus experiencias con los productos y servicios en
las redes sociales y otros medios en línea, lo que puede influir en la
percepción de otros consumidores y aumentar la visibilidad y el atractivo de los
productos.
5.4. Qué precauciones debe tener el consumidor a la hora de expresar su opinión online
Cuando se trata de expresar opiniones en línea, es importante que los
consumidores tomen precauciones para protegerse a sí mismos y a los demás. Aquí
hay algunas precauciones que los consumidores deben tener en cuenta al expresar
sus opiniones en línea:
• Ser preciso: Asegurarse de que lo que se está expresando es exacto y no
difamatorio. Evitar hacer declaraciones falsas que puedan dañar la reputación de
una persona o una empresa.
• Ser respetuoso: Aunque se pueden tener opiniones fuertes, es importante que se
expresen de manera respetuosa y constructiva. No utilizar un lenguaje ofensivo o
insultante que pueda dañar a otras personas.
• Proteger la privacidad: Asegurarse de no compartir información personal o
confidencial en línea. Evitar dar detalles sobre la identidad, ubicación o
información financiera.
• Evitar el acoso: No tolerar el acoso en línea y no practicarlo. El acoso puede
tener consecuencias legales y puede dañar la reputación de una persona o
empresa.
• Verificar las fuentes: Cerciorarse de que la información que se comparte, en
línea, sea precisa y verificada. No compartir información que no esté respaldada
por fuentes confiables.
• Considerar las consecuencias: Pensar en las posibles consecuencias de lo que
se está compartiendo en línea. ¿Podría dañar a alguien? ¿Podría tener
consecuencias legales?
5.5. Papel de las marcas en la cultura participativa
Las marcas pueden utilizar la cultura participativa de diversas formas para
aumentar su alcance, mejorar su imagen y atraer a los consumidores. Aquí hay
algunas formas en que las marcas pueden utilizar la cultura participativa:
1. Co-creación: Las marcas pueden involucrar a los consumidores en la creación
de productos y servicios, permitiéndoles a los consumidores ser parte del
proceso creativo. Esto puede aumentar la lealtad del cliente y mejorar la
relevancia de los productos o servicios.
2. Comentarios y retroalimentación: Las marcas pueden solicitar comentarios y
opiniones de los consumidores a través de redes sociales, encuestas en línea y
otros medios. Esto puede ayudar a las marcas a comprender mejor las necesidades
y deseos de los consumidores y mejorar sus productos y servicios.
3. Generación de contenido producido por usuarios: Las marcas pueden fomentar la
creación de contenido generado por usuarios, como videos, imágenes y otros
medios. Esto puede aumentar la visibilidad de la marca y mejorar su imagen.
4. Comunidades en línea: Las marcas pueden crear comunidades en línea para los
consumidores, donde pueden interactuar y compartir sus opiniones y experiencias
con la marca. Esto puede mejorar la lealtad del cliente y crear una relación más
sólida entre la marca y sus consumidores.
5. Concursos y promociones: Las marcas pueden ofrecer concursos y promociones
para fomentar la participación de los consumidores. Esto puede aumentar la
visibilidad de la marca y atraer a nuevos consumidores.
5.6. Peligros de la cultura participativa
Aunque la cultura participativa puede tener muchos beneficios, también puede
presentar algunos peligros (Checa-Romero et al., 2011). Aquí hay algunos de los
riesgos potenciales asociados con la cultura participativa:
• Falta de privacidad: La cultura participativa puede requerir que los usuarios
compartan información personal en línea, lo que puede exponerlos a riesgos de
privacidad. Las empresas pueden recopilar información personal de los usuarios,
algo que puede ser utilizado para publicidad u otros fines no deseados.
• Difusión de información errónea: La cultura participativa puede permitir la
difusión de información errónea o falsa a través de las redes sociales y otros
canales. Esto puede tener consecuencias negativas para la toma de decisiones
informadas, así como para la reputación de las empresas y las personas.
• Comportamiento antisocial: La cultura participativa puede fomentar el
comportamiento antisocial, como el ciberacoso y el trolling en línea. Esto puede
tener consecuencias negativas para la salud mental y el bienestar de los
usuarios, así como para la reputación de las empresas y las personas.
• Falta de control: Los usuarios pueden perder el control de su contenido o sus
datos personales cuando participan en la cultura participativa. Pueden
encontrarse con que su contenido es utilizado de formas que no habían previsto,
lo que puede tener consecuencias negativas.
• Adicción a la tecnología: La cultura participativa puede fomentar la adicción
a la tecnología, lo que puede tener consecuencias negativas para la salud física
y mental de los usuarios.
6. Conclusiones
La sociedad digital y la cultura participativa están transformando la forma en
que las personas interactúan no solo entre sí sino también con la información.
La tecnología digital ha permitido la creación y difusión de contenido de manera
más accesible y democratizada, lo que ha dado lugar a una cultura participativa
que se caracteriza por la creación, el intercambio y la colaboración. Esto ha
llevado a un aumento en la alfabetización mediática y la colaboración en línea,
lo que a su vez ha cambiado la forma en que se produce, consume y distribuye la
información. En el futuro, es probable que la sociedad digital y la cultura
participativa continúen evolucionando y transformando la forma en que los seres
humanos interactúan con el mundo.
La publicidad en la sociedad digital tiene una gran influencia en el
comportamiento del consumidor y ha cambiado la forma en que los consumidores
toman decisiones de compra. Si bien la publicidad en línea puede ser efectiva en
la promoción de productos y servicios, también hay preocupaciones sobre su
impacto negativo en la sociedad. Es importante que los anunciantes consideren
estos problemas y trabajen para garantizar que la publicidad en línea sea ética
y respetuosa con los derechos de privacidad de los usuarios.
Esta comunicación persuasiva es una técnica ampliamente utilizada tanto en la
publicidad como en el marketing para influir en las decisiones de compra del
consumidor dentro de la sociedad de consumo. Aunque la comunicación persuasiva
puede ser efectiva en la promoción de productos y servicios, también puede tener
un impacto negativo en la sociedad, fomentando un consumo excesivo y manipulando
las percepciones y emociones del consumidor. Por lo tanto, es importante que los
anunciantes consideren estos problemas y trabajen para garantizar que la
comunicación persuasiva sea ética y respetuosa de los derechos del consumidor.
En general, los consumidores deben ser cuidadosos al expresar sus opiniones en
línea y tomar precauciones para protegerse a sí mismos y a los demás. Al seguir
estas precauciones, los consumidores pueden expresar sus opiniones en línea de
manera responsable y constructiva.
Las marcas pueden utilizar la cultura participativa para mejorar su imagen,
atraer a los consumidores y mejorar la relevancia de sus productos y servicios.
Al involucrar a los consumidores en la creación de contenido y productos,
escuchar sus comentarios y opiniones, y fomentar la participación y la creación
de comunidades en línea, las marcas pueden construir relaciones más sólidas con
sus consumidores y mejorar su éxito a largo plazo.
En resumen, aunque la cultura participativa puede ser beneficiosa, también puede
presentar algunos peligros potenciales. Los usuarios deben ser conscientes de
estos riesgos y tomar medidas para proteger su privacidad y seguridad en línea.
Las empresas también deben ser responsables en la forma en que utilizan la
cultura participativa para proteger a sus usuarios y prevenir consecuencias
negativas.
Respecto al consumo, la cultura participativa puede influir de varias maneras:
desde la co-creación y la retroalimentación hasta la promoción y distribución de
contenidos generados por los usuarios. Al involucrar a los consumidores en el
proceso de desarrollo de productos y escuchar sus opiniones, las empresas pueden
construir relaciones más fuertes y duraderas con sus clientes, lo que puede
aumentar la disposición de los consumidores a comprar y consumir productos.
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